CGLU y la Open Society Foundation establecen bases de colaboración a través de la experiencia #CitiesAreListening sobre detención obligatoria

Las experiencias de #CitiesAreListening surgen del mandato de superar la distancia social y transitar hacia un mundo impulsado por las comunidades. CGLU trabaja en el desarrollo de un pacto para el futuro: para las personas, para los gobiernos y para el planeta. A lo largo de tres días, la experiencia #CitiesAreListening: Hacia un futuro sin detenciones obligatorias se celebró en el marco de los Diálogos de la ONU75, organizados por CGLU en colaboración con la Open Society Foundations, del 17 al 19 de noviembre.

La experiencia de tres días reunió a más de 20 ponentes y a más de 300 participantes, incluyendo líderes comunitarios, líderes de gobiernos locales y regionales como Salvatore Martello, alcalde de Lampedusa, y Mohamed Ben Maouloud, teniente de alcalde de Gao, así como víctimas de la detención obligatoria, y actores de la sociedad civil que abordan la detención y el encarcelamiento.  La sesión también contó con la participación de CGLU-África, que presentó la Carta de los Gobiernos Locales y Subnacionales de África sobre la Migración, firmada en 2018 por 30 ciudades, oponiéndose firmemente a la detención migratoria.

Muchas de las personas más vulnerables o marginadas del mundo se encuentran actualmente recluidas en condiciones inseguras, en cárceles, prisiones, centros de inmigración e instituciones en las que la aplicación de medidas de distanciamiento social es imposible en la práctica. Sin embargo, a pesar de los llamamientos de las organizaciones de la sociedad civil para reducir o detener la afluencia de personas a estos centros -y para liberar a las más vulnerables-, estas prácticas han perdurado en gran medida. La detención obligatoria tiene consecuencias especialmente duras para las mujeres y los niños y niñas, y sus efectos perjudiciales para la dignidad humana y la inclusión social persisten después de la liberación.

La sesión reveló las realidades a las que se enfrentan muchas personas en todo el mundo: destacó las dimensiones globales de la detención obligatoria y cómo el racismo, el colonialismo, la discriminación y las desigualdades están arraigados en los enfoques actuales de la detención, con los grupos más vulnerables de la sociedad sobrerrepresentados en las instituciones penitenciarias. Con vistas al futuro, los participantes también exploraron alternativas impulsadas por las comunidades para fomentar una visión para 2045 en la que los derechos humanos, la justicia y el cuidado se sitúen en el centro. En muchos casos, los marcos legislativos, las instituciones y, a menudo, las autoridades, son parte del problema y defienden la detención obligatoria como única forma de hacer frente a las consecuencias de desigualdades que son intrínsecas a nuestras sociedades.

"Como movimiento, somos conscientes de las desigualdades que están en la base de nuestras sociedades. Creo que CGLU puede contribuir a esta conversación identificando a líderes que puedan tener emprender conversaciones con la sociedad civil, y que el nuevo contrato inspirado en los ODS puede informar el pacto para el futuro, con las personas en el centro. Fracasar no es una opción." Emilia Saiz, Secretaria General de CGLU.

A lo largo de los tres días, los participantes defendieron que, para transformar el actual sistema penitenciario, es necesario incluir a los afectados por la detención obligatoria en los procesos de toma de decisiones, ideando soluciones que vayan a la raíz del racismo, del sexismo y de las desigualdades, para transformar los sistemas judiciales. Entre los temas que se abordaron está la situación de las personas migrantes detenidas en los centros de detención fronterizos. El alcalde Salvatore Martello advirtió sobre el riesgo de que el nuevo Pacto por la Migración propuesto por la UE empeore aún más las situaciones de detención de migrantes al afirmar que "si no se toman decisiones sobre esta cuestión y no se alcanza un cierto grado de coherencia también por parte de la UE, corremos el riesgo de transformar las regiones fronterizas en otro Lesbos en Europa."

El último panel de esta serie de tres diálogos con líderes locales y de primera línea debatió la posibilidad de un mundo sin detención obligatoria. Esta reflexión colectiva tenía como objetivo repensar los enfoques actuales que han demostrado ser ineficaces, llevando a los gobiernos e instituciones locales, nacionales e internacionales a un debate abierto hacia una visión dirigida por las comunidades para 2045 que ponga a las personas, la atención y la justicia social en el centro. 

"Tenemos que imaginar un futuro y un mundo en el que sustituyamos el castigo por la compasión, invirtiendo en cambio en políticas eficaces centradas en la comunidad que curen, en lugar de dañar, sustituyendo la desesperación por una posibilidad de hacer ese viaje desde el mundo actual al mundo del mañana" Patrick Gaspard, Presidente de la Open Society Foundation.

Las soluciones dirigidas por las comunidades son fundamentales para garantizar que la justicia, la dignidad, la igualdad y la protección de los derechos humanos prevalezcan sobre las medidas ineficaces e injustas. Como nivel de gobierno más cercano a las personas, los gobiernos locales y regionales deben llamar la atención de sus pares, así como de las instituciones nacionales e internacionales, sobre el impacto de la detención obligatoria en nuestras comunidades, y explorar formas de lograr un cambio estructural.

Es esencial garantizar que las esferas y los procesos internacionales de elaboración de políticas tengan en cuenta las necesidades y las perspectivas de quienes han sufrido la detención obligatoria. El camino a seguir es llevar a las comunidades, y a los gobiernos locales y regionales que las representan como su esfera de gobierno más cercana, a la toma de decisiones. Es fundamental garantizar los servicios básicos para todas las comunidades, como forma de asegurar que las autoridades locales no permanezcan ajenas a ciertas realidades.

 
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