Entrevista a Josep Roig, Secretario General de CGLU, para Ciudades Educadoras

Josep Roig, UCLG Secretary General

Josep Roig fue nombrado Secretario General de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) en septiembre de 2011. Miembro fundador de Metropolis en 1985, se convirtió en 1999 en Secretario General de la organización. 

¿Podría explicarnos cuáles son los principales objetivos de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos?

Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) es la organización mundial de gobiernos locales y regionales, así como de sus asociaciones representativas. Fue creada en el año 2004, cuando las autoridades locales y regionales de todo el mundo decidieron unirse y dotarse de una voz unificada en la escena internacional, heredera de dos organizaciones: IULA (International Union of Local Authorities) y FMCU (Fédération mondiale des cités unies), fundadas respectivamente en 1913 y 1957.

Actualmente, CGLU está presente en 155 de los 192 Estados miembros de las Naciones Unidas y cuenta con más de 1.000 ciudades y asociaciones nacionales entre sus miembros directos.

El objetivo de CGLU es ser la representación mundial de los gobiernos locales y regionales, promoviendo sus valores, objetivos e intereses ante la comunidad internacional, a través de la cooperación entre los mismos.

CGLU se compromete a promover, a través de la acción de sus miembros, una sociedad justa, sostenible y solidaria, basada en la democracia local, la autonomía y la descentralización, defensora del interés general de los ciudadanos.

CGLU defiende el “Derecho a la ciudad”. ¿En qué consiste este derecho?

Efectivamente, en los últimos años los miembros de CGLU han incorporado en su acervo el concepto de “derecho a la ciudad”. Desde nuestro punto de vista, este derecho persigue instaurar un nuevo modelo político y cultural para erigir el territorio local como espacio de construcción colectiva y disfrute de los derechos de ciudadanía.

En otras palabras, concebimos el derecho a la ciudad como una herramienta para la construcción de ciudades democráticas, sostenibles, justas y humanas que permitan un aprovechamiento equitativo y sostenible de los recursos, servicios y oportunidades que ofrecen los territorios urbanos.

En el año 2011, CGLU se posicionó de forma clara a favor de este paradigma con la adopción de la Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la Ciudad, un texto que fue elaborado por miembros reunidos en la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos.

La Carta-Agenda persigue animar a los gobiernos locales a diseñar políticas públicas que contribuyan a materializar el derecho a la ciudad en sus territorios. En este documento, el derecho a la ciudad se traduce en el respeto, protección e implementación de un conjunto de derechos (a la democracia participativa, a servicios públicos básicos de proximidad, a la vivienda y al domicilio, a la igualdad de género, al desarrollo urbano sostenible, etc.) a través de políticas públicas locales elaboradas en estrecho diálogo con la sociedad.

El valor añadido del texto y aquello que lo diferencia de documentos anteriores (como, por ejemplo, la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la Ciudad) reside en que cada uno de estos derechos está acompañado por una propuesta de plan de acción que persigue ayudar a los gobiernos locales signatarios a traducir los compromisos jurídicos en programas o políticas municipales.

En un contexto de globalización y acentuación de las desigualdades sociales? ¿Cuáles son los principales retos que afrontan hoy las ciudades? ¿Existen recomendaciones de CGLU en el impulso de la lucha contra la desigualdad?

En lo concerniente a las desigualdades y a la exclusión social, resulta preocupante la carencia de acceso de grupos vulnerables a los derechos básicos de ciudadanía (derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales).

A lo largo del año 2008, los miembros de CGLU debatieron a fondo todas estas cuestiones y adoptaron el documento “Por un mundo de ciudades inclusivas” donde se propone que las políticas de inclusión social estén en el centro de la agenda de los gobiernos locales, junto con los recursos humanos, infraestructurales y financieros que se requieran para su desarrollo.

¿Cuáles son los principios y las políticas que caracterizan a una ciudad inclusiva? 

En el documento que mencionaba, “Por un mundo de ciudades inclusivas”, identificamos cuatro principios fundamentales para la construcción de ciudades más cohesionadas: que las políticas sociales constituyan una política global, es decir, que sean una prioridad para el conjunto de gobiernos locales del mundo; que persigan la afirmación de derechos, es decir, que no se conciban como políticas de carácter asistencialista; que contribuyan a la promoción de la diversidad; y, por último, que contribuyan a impulsar la democracia local y una ciudadanía activa.

Respecto al tipo de políticas que permiten avanzar hacia esta dirección, hay que señalar, ante todo, que el abanico es muy amplio porque luchar contra las desigualdades sociales exige incidir en varias dimensiones: social, económica, política, cultural, relacional, digital, generacional, de género.

Sin voluntad de ser exhaustivo, mencionaría las políticas de reducción de la pobreza, de generación de empleo y renta; políticas de promoción de la salud y la autonomía personal; de atención a la dependencia y apoyo a las familias; de conciliación entre los tiempos de trabajo remunerado, los tiempos de cuidado y crianza, y los de ocio; de protección a la infancia y a las personas mayores frágiles; de democratización del acceso a la cultura, a la información y a la formación permanente; políticas urbanísticas basadas en las relaciones de proximidad y en una movilidad accesible y sostenible mediante transporte público de calidad; políticas de fortalecimiento de la democracia y de una ciudadanía crítica, participativa y corresponsable; políticas de rehabilitación integral de los barrios que doten a las zonas urbanas más desfavorecidas de espacios y equipamientos públicos de calidad, entre otros.

Uno de los objetivos de CGLU, expresado en la Declaración de Rabat, es llevar la voz de las ciudades en la Definición de los Objetivos de Desarrollo del Milenio post-2015 y en los objetivos que emanarán de la Conferencia Hábitat III del 2016. ¿Cuáles son las principales reivindicaciones?

CGLU cree en el principio reflejado en la declaración de Río+20, donde se especifica que la nueva agenda de desarrollo internacional debe reconocer el papel de las esferas subnacionales de gobierno como actores principales del desarrollo, dada su demostrada capacidad para encontrar soluciones innovadoras ante los desafíos globales. En este sentido, nuestra vocación es conseguir que la Agenda Global de Desarrollo se centre en las personas y que empodere a los actores e instituciones que tienen la capacidad de transformación hacia una sociedad más equitativa y sostenible, en particular a aquellos más cercanos a la ciudadanía.

Con este objetivo, los gobiernos locales y regionales del mundo han propulsado la creación de un Grupo internacional que trata de identificar las prioridades y mensajes comunes de cara a la futura Agenda de Desarrollo. El autodenominado Grupo de Trabajo Global de Líderes Locales y Regionales Post-2015 y Habitat III propone un objetivo de desarrollo sostenible específico sobre urbanización que reconocería la creciente importancia de las ciudades, de las regiones, de la cohesión territorial, y de los vínculos entre lo urbano y lo rural en el diseño de estrategias y acciones para un mundo más sostenible.

Mantenemos ante la comunidad internacional que el desarrollo sostenible no se conseguirá si no se abordan crecientes desigualdades en el actual contexto mundial de crisis económica y social, una situación que se escenifica crecientemente en muchas ciudades del planeta.

En este sentido, la futura agenda de desarrollo debe potenciar el desarrollo económico local con un foco en el acceso universal a los servicios básicos de calidad, en las políticas para erradicar la pobreza y en la creación de puestos de trabajo digno. Se trata, además, de fomentar una economía urbana sostenible que promueva el consumo y la producción responsable y que fomente la solidaridad y el aprendizaje entre iguales y donde la cultura tenga un papel integrador y holístico determinante.

La futura agenda de desarrollo debe confiar en la gobernanza a todos los niveles, incluyendo el ámbito local y regional, y promover un partenariado global donde todos los grupos de interés trabajen en colaboración. Para ello, la descentralización debe jugar un papel crucial y la nueva Agenda de Desarrollo debe verse reforzada por una Nueva Agenda Urbana en el 2016.

En la Declaración de Rabat, CGLU manifiesta su apoyo a la creación de una única agenda de desarrollo global post-2015 y no de diversas agendas sectoriales. ¿Por qué esta posición?

Después de la conferencia de Río+20, se pudieron vislumbrar dos grupos de interés en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por un lado, estaban quienes los veían como un ente a desarrollar separadamente de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y, por otro, los que creían que el desarrollo y la sostenibilidad deben ir de la mano, y que los nuevos objetivos de sostenibilidad deben mezclarse con los de desarrollo para conformar un nuevo conjunto de objetivos.

Los miembros de CGLU siempre han manifestado que la Agenda Post 2015 ha de ser una y universal ya que no se puede comprender el desarrollo sin la sostenibilidad y tampoco se pueden comprender los objetivos globales sin responsabilidades diferenciadas que respondan a las capacidades y realidades de las distintas partes del planeta. Los nuevos objetivos deberían ser inclusivos, desde su definición hasta su implementación, y contar con la implicación de todos los actores, no solamente con la de los estados miembros; de este modo será más sencillo garantizar su consecución.

¿Qué líneas de trabajo conjunto se podrían establecer entre la AICE y CGLU para incidir en esta agenda internacional aportando las inquietudes y potencialidades de las ciudades educadoras?

Como red de redes, CGLU es una plataforma privilegiada para desarrollar nuevas ideas y consensuar estrategias globales. En lo que respecta a la educación en las ciudades, queremos promover la colaboración y las acciones específicas entre las mismas y profundizar en el discurso sobre inclusión social y ciudades educadoras, así como promover sus manifestaciones más directas.

La documentación de experiencias que puedan servir como ejemplo para fomentar ciertos aspectos de la construcción de una agenda internacional podría ser de gran valor estratégico. El objetivo es que en el futuro seamos capaces de convencer a muchas más ciudades y redes para compartir conocimiento y que las políticas mundiales recojan las lecciones aprendidas en el ámbito local.

¿Qué rol pueden jugar los gobiernos locales en la búsqueda de soluciones globales a las dinámicas de exclusión que se evidencian en las ciudades?

Como se ha mencionado anteriormente, las numerosas experiencias de las ciudades y autoridades deben ser recogidas en la Agenda Global y CGLU, junto a sus miembros y socios, pretende crear ese puente entre lo global y lo local.

Nuestra red ofrece la oportunidad a los líderes locales de aprender de otras experiencias al mismo tiempo que trasladan sus visiones a los diferentes organismos internacionales. Necesitamos que las soluciones de base se traduzcan en políticas de ámbito nacional e internacional.

Debemos, por tanto, crear un intercambio real entre miembros que sea capaz de reaccionar con celeridad ante las propuestas nacionales e internacionales y que trabaje en estrecha colaboración con otros socios importantes como la sociedad civil y el sector privado.

Nuestro objetivo no es unificar las voces de los gobiernos locales sino asegurarnos de que nuestra diversidad y experiencia llegue a la agenda internacional con la fuerza que proporciona una red mundial bien articulada. Para esto, nuestro reto será conocer mejor nuestra realidad, desarrollar nuevas formas de aprendizaje y construir conocimiento en red en beneficio de las comunidades a las que representan nuestros socios.

Puede ver la entrevista completa aquí.

Fuente: Asociación Internacional de Ciudades Educadoras

Josep Roig