Condenamos el secuestro, el rapto y el asesinato de alcaldes en Ucrania.
Nos unimos a la Asociación de Ciudades Ucranianas en el llamamiento para salvaguardar los servicios mínimos y la seguridad de la población civil en los refugios y sótanos. Pedimos que se proteja a los empleados de los gobiernos locales y a los proveedores de servicios públicos que ponen su vida en peligro cada día para seguir prestando servicios a las comunidades.
Asimismo, nos unimos al llamamiento de la Asociación de Ciudades Ucranianas de salvaguardar los servicios mínimos y la seguridad de la población civil en refugios y sótanos. Reclamamos la protección de los empleados y empleadas de gobiernos locales y de las personas que prestan servicios públicos que ponen cada día sus vidas en peligro para continuar sirviendo a sus comunidades.
Hablamos con una voz unida cuando decimos que nada puede justificar la guerra, el ataque a las ciudades y la pérdida de vidas civiles inocentes. Demandamos que se respete el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, de acuerdo con la Convención de Ginebra y la Carta de las Naciones Unidas.
Exigimos el fin de la guerra y la búsqueda de vías hacia una solución diplomática a la vez que continuamos comprometidos con el apoyo a nuestros miembros que acogen a personas refugiadas y desplazadas. Solicitamos a todas las partes que permitan el paso libre y seguro a destinos fuera de las ciudades ucranianas, y que faciliten el acceso rápido, seguro y sin restricciones a ayuda humanitaria para aquellas personas que la necesiten.
Estamos con todas las personas afectadas por esta guerra. El sufrimiento humano debe terminar.