“Servicios públicos locales fuertes para un mundo seguro” Declaración conjunta de CGLU y PSI en el contexto de la pandemia de la COVID-19

La pandemia mundial de la Covid-19 ha puesto de manifiesto, en primer lugar como crisis sanitaria universal, la fragilidad de nuestras pautas de consumo y producción. Al mismo tiempo, pone de relieve el papel fundamental de los servicios de los gobiernos locales y regionales (GLR) en tiempos de crisis. Millones de personas en todo el mundo están recurriendo a su nivel de gobierno más cercano - sus autoridades locales y su personal de primera línea - en busca de orientación, apoyo y respuestas a las principales amenazas para la salud y los medios de vida que enfrentan.

Los servicios públicos locales están manteniendo unidas a nuestras sociedades y cubriendo las necesidades básicas, pero también serán decisivos para mitigar sus consecuencias y reconstruirse después. Hay muchos servicios que son pilares fundamentales para una gestión exitosa de la crisis. Entre ellos: agua y saneamiento; la recogida y eliminación de residuos; la energía; los servicios de emergencia; los servicios sociales y de atención a la tercera edad/discapacidad; la seguridad social y el empleo; la administración pública local; la policía municipal; las viviendas públicas/sociales y los refugios de urgencia; la manipulación de cadáveres y los entierros; el cuidado de niños y guarderías, y muchos más.

En resumen, los servicios públicos de calidad son una piedra angular de la cohesión social y una condición previa para que las empresas funcionen y desencadenen un desarrollo económico local inclusivo. Escuchar las voces de las personas trabajadoras de los GLR y entablar un diálogo estructural con sus organizaciones y sindicatos es fundamental para hacer frente a la crisis actual de manera eficaz y prepararse para sus secuelas.

Recordando el espíritu del Decálogo de CGLU para la era posterior a la COVID-19 y reconociendo los grandes sacrificios realizados por el personal de los gobiernos locales y regionales en todo el mundo, al tiempo que se garantiza la prestación continua de los servicios públicos esenciales, CGLU e ISP hacen un llamamiento a sus respectivas membresías para que:

  • Participen en un diálogo constructivo y en la negociación colectiva para encontrar soluciones compartidas que garanticen la continuación de los servicios esenciales, manteniendo al mismo tiempo los más altos niveles de seguridad para las personas trabajadoras y usuarios de los servicios públicos, incluyendo todas las medidas posibles para proporcionar los EPI adecuados a todas las personas trabajadoras de los GLR de acuerdo con las necesidades específicas de sus profesiones.
  • Se remitan a las Directrices revisadas de la OIT sobre el trabajo decente en los servicios públicos de emergencia2 y las apliquen para proteger adecuadamente a las personas trabajadoras que se encuentran en la primera línea de la respuesta al coronavirus. Cuando aún no se haya hecho, instar conjuntamente a los gobiernos centrales a que las adopten y las mantengan como política nacional.
  • Aseguren niveles adecuados de dotación de personal, capacitación y condiciones de trabajo decentes para garantizar la continuidad de la prestación de los servicios públicos.
  • Liberen o redistribuyan el personal no vital de los servicios públicos. El redespliegue debe ser consensuado e ir acompañado de la formación, los equipos de protección personal y las condiciones adecuadas.
  • Garanticen la cobertura de la atención de la salud y la seguridad social, los exámenes y el tratamiento médicos y abordar el agotamiento del trabajo y los riesgos psicosociales de todas las personas trabajadoras de primera línea de los GLR, incluidos aquellas que son subcontratadas.

CGLU y ISP también hacen un llamamiento a los gobiernos nacionales y a las instituciones financieras multilaterales e internacionales/regionales para que:

  • Proporcionen recursos adecuados a los GLR para mitigar las consecuencias de la crisis y apoyen la recuperación. Inviertan prioritariamente en servicios públicos de calidad cada vez más sólidos y con acceso universal para asegurar una rápida recuperación y evitar una catástrofe social y ambiental tras la Covid-19.
  • Establezcan los marcos legislativos y normativos para dotar a los gobiernos locales de sostenibilidad financiera a largo plazo -incluso mediante sistemas tributarios municipales más sólidos y el acceso a una financiación adecuada- y la accesibilidad y asequibilidad de los servicios esenciales para todos a fin de superar el Covid-19 y hacer frente con eficacia a futuras crisis.
  • Escuchen a los líderes de los GLR y a las organizaciones de trabajadores y sindicatos en el diseño y la aplicación de estrategias de recuperación para hacer frente a las secuelas del Covid-19. Los GLR deben tener voz en la mesa de negociaciones para la elaboración de las estrategias nacionales a fin de garantizar que se atiendan adecuadamente las necesidades legítimas de sus comunidades locales.
  • Para fomentar la recuperación, se debería exigir a las empresas rescatadas que cumplan integralmente sus obligaciones sociales y medioambientales, generen empleo de calidad y reinviertan los beneficios en los territorios en que se establecieran, contribuyendo así a la sostenibilidad social y ambiental.
  • • Introduzcan un impuesto sobre los servicios digitales y un impuesto sobre los movimientos financieros especulativos que garantice que una parte justa se canalice hacia los territorios que más lo necesiten y se utilice para fortalecer la capacidad de recuperación de los servicios públicos.

La experiencia de la pandemia de la Covid-19 exige que todos los niveles de gobierno extraigan lecciones de esta tragedia y replanteen las funciones y prioridades, rediseñen las políticas, reasignen los recursos y el poder, den prioridad al diálogo y la cooperación para garantizar la futura capacidad de recuperación de las ciudades, los territorios y las comunidades mediante la
reconstrucción de servicios públicos locales fuertes y sostenibles después de la crisis.

Sólo juntos, de la mano de los gobiernos, los trabajadores y las trabajadoras comunitarios y todos los actores podremos garantizar un futuro mejor para todos en el que los sacrificios que se pidan a esta y a las futuras generaciones contribuyan a un planeta sostenible. CGLU y ISP están dispuestos a contribuir a fomentar el diálogo hacia esa transformación.

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